(de nuestra corresponsal)
Unidad móvil del Gorgago News en Alfa Cinco, destacada en el barrio del Raval de Barcelona, una zona llena de casas de todas las épocas en algunas de las cuales no vive nadie, setentaisiete de nutria de 2.00010. Queridos lectores de Gorgago News, aquí Marta Tornillo, vuestra corresponsal preferida. La noticia es que Macromassa estuvo en Sónar 2010, pero como todos lo sabíais de antemano, vamos a explicar cosas de las que no tenéis la menor idea, para que este diario pueda alardear, una vez más, de exclusiva gorda. Podemos hacerlo porque fui invitada durante todo el día a acompañar al grupo, mediante un pase extra-simpático extendido por el Submundo Pérez con validez alfacincana rara segunda.
Pero antes, veamos qué decía la prensa alfacincana al recomendar los high-lights del festival:
MACROMASSA.- Pocos grupos se pueden permitir el lujo de cumplir treinta y cinco años a estas alturas. La banda de Juan Crek y Victor Nubla sigue siendo una rara avis hasta para sus más acérrimos seguidores. Un día hacian art rock y al siguiente, música contemporánea, electrónica experimental o noise puro y duro. Coordenadas que los han distinguido y distanciado de cualquier otro grupo del planeta, quizá con la excepción de Einstürzende Neubauten, con quien comparten la afición por la polipoesía y el sentido del humor más canalla, entre otras cuantas cosas. Respeto desmesurado por ellos. (Marc Piñol – GoMag)
Y ahora sí, aquí va mi crónica de la jornada:
Empezaremos por describir la llegada de Crek y Nubla al perímetro de Sónar (urbano y abierto durante el año y urbano y cerrado tres días al año, como el circuíto de Mónaco).
La mañana del sábado 19 de junio de 2010, Crek y Nubla llegaron a las diez de la mañana al CCCB en una furgoneta conducida por un runner del cual no llegué a saber el nombre, acompañados por Lucy Tcherno, de Màgia Roja (mánager del grupo) y Albert Guitart (esta vez en funciones de ingeniero de sonido).
Todo estaba recién limpio, regado y supervisado por limpiadores, regadores y supervisadores. La única presencia de músicos, técnicos, runners, regidores y personal de seguridad y de limpieza en todos los espacios, era inquietante. El silencio era sobrecogedor. Esta corresponsal tuvo un acceso de hipo al encontrar el Sónar Village completamente vacío, ni una chancleta olvidada.
Los Macromassa, fueron a realizar la prueba de sonido al Cómplex, que es una sala del MACBA, rectangular, de techo muy alto y pintada de blanco, llamada Cómplex durante el Sónar (vaya usted a saber por qué).
La prueba de sonido se realizó impecablemente con el concurso de técnicos de diversas disciplinas y unos regidores de excepción: Ferran Fages y Joan Saura. Duró una hora. Crek y Nubla simularon algunos aspectos de su concierto posterior, fingieron tocar y los técnicos fingieron sonorizar, pues en eso consiste una prueba de sonido.
La reverberación de la sala vacía no permitía ir mucho más allá, así que decidieron continuar la prueba a las ocho de la tarde, una hora antes del concierto. La sala iba a estar igualmente vacía, pero harían un buen y largo test de monitores. Ya con el público en la sala, se ajustaría la P.A.
Entonces se fueron todos y esta corresponsal se quedó pelando la pava con la gente que deambulaba por el pit lane hasta que abrieron las puertas y aquello empezó a llenarse. No les voy a contar lo que hice durante esas horas, aunque puedo revelar que fue muy aprovechable.
Los Macromassa estuvieron de regreso a las cinco para poder asistir al concierto de Huan, luego me llevaron a una especie de terraza vip en el primer piso del MACBA donde servían las cervezas en auténticas botellas de cristal. Por allí andaban algunas personalidades muy introducidas en el universo macromássico, como Alejandro García y Joan Ramon Guzmán. (Oí hablar de una posible edición de camisetas de Macromassa realizadas por diversos artistas).
De regreso al Cómplex se llevó a cabo, tal como estaba previsto, una exhaustiva prueba de monitoraje de escenario que dió resultados satisfactorios. A continuación se abrieron puertas y comenzó el concierto, que duró algo más de cincuenta minutos.
Crek y Nubla tocaron casi todos los temas de Armas Mosca, pero enlazados entre sí, sin detenerse en ningún momento. Como ya sabéis por crónicas anteriores, son composiciones ambidextras, ligeramente vertiginosas, aunque alternan momentos de calma sub-uno (que es una calma muy relativa). Fue un concierto vectorial y recalcitrante, con ninguna concesión a Nada.
Con un volumen superior, si cabe, al que pudieron esgrimir en la fiesta de soporte a Ràdio PICA, Macromassa se hicieron oír fuertemente, pero las buenas maneras de Mr. Guitart y el equipo técnico del Sónar permitieron, al mismo tiempo, escuchar con nitidez cada instrumento y las letras que la personal voz de Crek iba desgranando, a pesar de la contundencia sónica que masajeó estómagos y tejidos varios.
No cabe duda de que en el Sónar Cómplex se creó un campo de Fluctuación Microtónica de intensidad B capaz de Todo. El público disfrutó, Crek, Nubla y Ruiz, también, y esta corresponsal se lo pasó bomba pudiendo escuchar en directo música submundial en un sitio tan raro como Alfa Cinco.
La prensa opinó unos días después de la siguiente manera:
“La buena noticia es que Macromassa vuelve a estar en activo tras doce años de doliente separación. La mejor, que el dúo formado por Juan Crek y Víctor Nubla se mantiene en impecable estado de forma, fiel a la praxis dadá-punk que siempre caracterizó su trayectoria artística, iniciada en 1976. En la presente encarnación de Macromassa, Nubla continúa manejando su clarinete modificado (que suena de mil maneras, pero nunca como un clarinete), al tiempo que Crek pilota un audiogenerador y se encarga de declamar versos punzantes, afiladas muestras surreales que nos hablan de lagartos incomprendidos y dolores sin ruido. Esperemos su nuevo disco, Avance.“ (Donat Putx – La Vanguardia)
“…amb aquest regust de victória, Víctor Nubla i Juan Crek, els dos integrants de Macromassa, un dels projectes més emblemàtics de l’escena experimental a Catalunya, van tensar les cordes d’un sorollisme sense concessions en un escenari -el SonarComplex- que durant aquests dies ha vist transgressions de tota mena. Com ja ha passat altres vegades a! Sónar de dia amb il·lustres veterans del país, el concert es va celebrar en la intimitat, amb pràcticament el mateix públic que assistiria a una sessió de Macromassa a la vila de Gràcia i amb nul·la presència de la quota guiri. No obstant aixó, Macromassa, absents durant tretze anys dels escenaris i escollits fa poc per Sonic Youth per actuar en una exposició sobre el grup a Madrid, es mereixien com ningú formar part de la graella del Sónar. Crek va anar escopint versos de la caverna mentre arrencava tot tipus de sons per mitjà d’un audiogenerador i Nubla bufava un cIarinet de manera diametralment oposada a com ho faria Woody Allen. Els que, a l’estand de marxandatge, es van firar amb uns taps per a les orelles de ben segur que, amb Macromassa, no se’n van penedir. Una manera salvatge de marcar el punt final al Sónar de dia.” (Guillem Vidal – Diari Avui)
A continuación, algunas fotos del concierto…
Los Macromassa y Lucy Tcherno en la prueba de sonido. Foto: Meralis Castrillo.
Un momento del concierto de Macromassa en Sónar 2010. Foto: Andrés Noarde
Otro momento, más psicodélico, del mismo concierto. Foto: Joan Ramon Guzmán
Al acabar el concierto de Macromassa en Sónar; Crek y Nubla, con Joan Ramon Guzmán, en el backstage. Foto: Meralis Castrillo.
Ahora, un par de videos del concierto. El primero es un fragmento largo del tema «En busca de Glo, la divinidad pavo»:
y el segundo corresponde a «Fuego», una composición sobre quemaduras y dolor sin ruido que hará las delicias de alguien en algún lugar probablemente:
En fín, que no fue trivial el paso de Macromassa por el Sónar 2010. Este grupo que comienza se destacó como una firme promesa. Esperemos que la edición de su disco no se haga esperar y puedan encontrar fans entre las nuevas generaciones de mamíferos surgidos del frío.
Marta Tornillo, corresponsal del Gorgago News en Villa Grilla Los Lagos, enviada especial a Alfa Cinco, sus festivales y sus cosas.